viernes, 20 de enero de 2012

Sosegarse

Llevo unos días inquieta, en realidad muy inquieta, negativa y muy, muy enfadada con el mundo. Sé que esta actitud no lleva a ninguna parte y que además, merma de manera importante mis aptitudes, por no hablar de lo que complica la vida a quien tiene que aguantarme,  pero no he sabido evitarlo. Digo bien, sabido, porque poder, sé que puedo si lo intento en serio. Así que pasaré página el fin de semana, me relajaré y empezaré la semana con otro tono vital.

Y como lo prometido es deuda, aquí tienen una preciosa poesía de Carlos Pujol, que nos dejó esta semana:

Una luz de cordura
explica misteriosa años y enigmas
que no se dejan explicar, sucede
como en un buen poema, que en el fondo
solamente ilumina lo sabido
con humildes palabras
a las que se abandona la memoria.
El oro de la tarde se oscurece,
regresamos perdidos a la noche.


3 comentarios:

Elena dijo...

Por duras que vengan siempre trae más cuenta encararlas con optimismo, T.

Lourdes dijo...

Sin ninguna duda, querida Elena y espero que nuestra amiga T se aplique el cuento.

T dijo...

A ver, señoras: ¿Se nace optimista o te haces optimista? Lo de aprender a gestionar dificultades es otra historia. En mi caso, manifiestamente mejorable, es verdad.