El día,
está tan bello
que no puede mentir:
comemos de su luz nuestro pan de verdad.
Su cuerpo se desciñe
y se tiende y se ofrece.
Esta dicha no engaña: nada quiere.
Di: ¿no es más fuerte
que nuestro amor altivo de la muerte
esta sencilla gracia equilibrada
que nada
ejerce?
Pero cuánto pavor,
violenta alma mediata,
te infunde todavía esa burlona voz
que a solas te susurra 'estás salvada'.
No, no,
tu destino ni ha muerto ni es tu esclavo.
Soberbia y Miedo, confesad:
la vida toda fue verdad.
Tomás Segovia
(Valencia, España, 21 de mayo de 1927 - Ciudad de México, 7 de noviembre de 2011)
5 comentarios:
(No he podido arreglarlo, Ana, así que se lo he vuelto a escribir en formato legible)
Ana dijo: A mí de él me gusta mucho el poeam 'Lo que tengo'.
Siempre me canso de contar/Antes de completar el inventario/De todo lo que tengo/Tantos amaneceres y crepúsculos/Y altas noches calladas/Tantos árboles por todo el mundo/Casi todos con pájaros/Tantas delicias para el tacto y para el ojo/Y el oído hasta donde todavía me llega/Para el olfato y el taimado gusto/Y tantas horas para estar despierto/Y otras para soñar dormido/Y tantos días con sus noches/Como el fiel renovarse de las olas/Todo eso tengo y además/La mujer que me tiene.
Muchas gracias T.
Grande, grande. Por cierto, su último poema publicado se titula 'Ramón Gaya en el aire'. A cuánta gente buena me está llevando a conocer Ramón Gaya, otro grande, grande.
Se desciñe. Qué bonito.
Ramón Gaya es enorme y de Segovia me gustan muchísimo sus poemas eróticos.
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