Nicolás Gómez Dávila, tan de moda en los últimos dos o tres años que lo cita todo el mundo - y yo no voy a ser menos -, fue un reaccionario espléndido que nos dejó una fabulosa colección de aforismos, a cual mejor: sus ya famosísmos escolios en los que, entre otras cosas, describió como nadie la tontería y la impostura. Murió en el 94 pero de seguir vivo, bien podría añadir un volumen más a sus Escolios a un texto implícito, dedicado exclusicamente a la tontería hispánica y a las ganas de aparentar.
Esta tarde me ha venido a la memoria uno de los escolios más contundentes del colombiano: 'Cuando todos quieren ser algo sólo es decente no ser nada'.
5 comentarios:
¡Hay que ver lo decente que es usted en su teatro!
He vuelto a perderme algo? De qué teatro habláis ? La cita es muy buena pero yo no tenía el gusto de conocer a este señor, así que le pondré remedio y leeré algo porque si es un reaccionario me va a gustar.
Lo del teatro viene de cuando Teresa y yo compartíamos oficina o teatro porque, al fin y a la postre, esto parece un corral de comedias.
Resulta que T ha puesto a Gómez Dávila por culpa de un tonto pomposo y vago que se dedica a pasear, lo que él cree que es un señor palmito, por la oficina.
T usted debería abrirle aquí al asesor asesorum un apartado y sin decir nombres amenizarnos las mañanas con algunas de sus más sonadas boutades. Nos divertiríamos mucho querida y a usted le serviría para que no le coma la moral.
¡Ni de guasa, oiga! El petímetre ése no merece tanta atención.
Petímetre. ¡Qué bonita palabra!
Le habrás contado ya que tú tienes un hermano que sí es un árbitro de la elegancia ¿No?
Ana: gracias por las aclaraciones.
Publicar un comentario