Nos aguarda la pobreza durante la vida, y el olvido después de la muerte. Y por eso nosotros, decadentes, cuando ciñamos la doble corona de la pobreza presente y de la perspectiva del olvido, leeremos el Quijote, si es que el llanto nos permite su lectura, y con el fracaso de los sueños de aquel loco nos consolaremos del fracaso de nuestros propios sueños. La amargura de ese libro nos parecerá dulce.
2 comentarios:
G,
Nos aguarda la pobreza durante la vida, y el olvido después de la muerte. Y por eso nosotros, decadentes, cuando ciñamos la doble corona de la pobreza presente y de la perspectiva del olvido, leeremos el Quijote, si es que el llanto nos permite su lectura, y con el fracaso de los sueños de aquel loco nos consolaremos del fracaso de nuestros propios sueños. La amargura de ese libro nos parecerá dulce.
Ramiro de Maetzu.
Pues a mí El Quijote no me parece nada amargo sino todo lo contrario. En eso no coincido con D. Ramiro aunque sí en la primera parte de su cita.
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