martes, 7 de diciembre de 2010

Descontrolar


Desde el sabado a mediodía, tenemos declarado el estado de alerta en todo el territorio nacional, eso sí, circunscrito a las torres del control de los aeropuertos. Esta ha sido la respuesta del Gobierno al órdago que le lanzaron los controladores aéreos el viernes por la tarde y que obligó a cerrar el espacio aéreo de España y a militarizar las torres de control.  En este fin de semana trepidante, con Rubalcaba hasta en la sopa, y con Zapatero desaparecido hasta ayer, hemos leído y escuchado de todo acerca de las razones del Gobierno para decretar una medida, el estado de alarma, a la que nunca había tenido que recurrirse en los 32 años de vigencia de la constitución del 78. Ni tan siquiera el 23-F o el 11-M, para citar dos días aciagos de nuestra reciente historia.

No quiero hablar de controladores, imagino que no se irán de rositas después de la que montaron el viernes, aunque todo es posible porque, entre otras cosas, si ponen en la calle a todos los que abandonaron su puesto de trabajo, no habría quien los sustituyese y, en consecuencia, no solucionariamos el problema. Lo que a estas horas me pregunto, tal vez muy ingenuamente, es la razón última de este follón.  Y todavía no tengo la respuesta. Si para acabar con un conflicto, el único recurso que tiene este Gobierno, tan dialogante él y con tan buen rollito, es militarizar todo aquello que no funciona, me pregunto por qué no hemos militarizado ya los famosos mercados, el paro que no cesa y otras muchas cosas que llevan años sin funcionar en España. Debe ser que en mitad del puente, la que descontrola soy yo. Porque he estado a punto de escribir una barbaridad.

20 comentarios:

Elena dijo...

Nosotros volamos el jueves desde Santiago y ya había muchos retrasos y cancelaciones, hace meses que era imposible que un avión saliese a su hora, lo que pasa es que el viernes se les fue la mano y la montaron muy gorda. No sé si el gobierno tendría que haberlo arreglado antes, lo que digo es que no se puede montar la que montaron los controladores y yo espero que les caíga una por lo menos igual de gorda que la que ellos prepararon.

Carmen dijo...

Lo que yo pienso lo tengo escrito largamente, de manera que tocaré otro palo, a ver qué tal me cae el chorreo. A mí me están hasta empezando a caer bien, los controladores. Pues sí, me caen bien, ya que son unos demonios que merecen la muerte.
A ver, me he pasado 3 años en un puesto internacional, la mitad del tiempo expatriada y haciendo el Paris-Madrid como el que coge el 27. Hasta hace apenas dos años, mi vida era estar en los aeropuertos, dos, tres saltos o cuatro en la semana, algunos, a América. Así es que estoy bastante curada de espanto sobre retrasos, cancelaciones, y demás vida perra aeronáutica.
Si quieres llegar a tiempo a un sitio, nunca confíes en un avión. Reservar en un puente como este es ser un pringado (como lo era yo) o tener muy poquitas cosas que hacer. Yo he visto el aeropuerto de París paralizado por una huelga de limpieza. A mí me pillló el nevadón de Madrid de hace 2 años en Lisboa porque... salí de aquí a las 7 de la mañana. Por no hablar del efecto mariposa, según el cual si se colapsa Londres, se joroba el tráfico de Singapur a Tokio (año 2005, una servidora lo vivió).
La emergencia es lo del volcán, o lo de la nevada. Efectivamente, la emergencia es un 11M. El resto es lo de cada día, señores. Todos esos histéricos que se quejan en el aeropuerto no me dan pena, en absoluto. Si alguien deposita todas "sus ilusiones" en coger un avión, según mi experiencia, es que no sabe nada del mundo o que sus ilusiones son muy poca cosa. Y saco de aquí a los pobres inmigrantes, los únicos de los que me vale la queja. El resto, tan privilegiados y mimados (o más) que los controladores.
ECA, prefiero no leerte...

Carmen dijo...

T., perdona. Estoy usando tu blog para ser mucho más incendiaria que en el mío. Pero es que en el mío me conocen... ;-)

Ana dijo...

Alguien se preguntaba el otro día si éstos no querrían utilizar el estado de alarma para intereses espúreos y empiezo a pensar que sí.

T dijo...

Veremos lo que explica hoy el Sr. Presidente del Gobierno en el Congreso. Aunque el formato de debate que ha elegido el Gobierno es de los que no permiten tal debate. Tiene que ser horrible mirarse al espejo todas las mañanas y comprobar que uno ha renegado de todo aquello de lo que siempre presumió. Claro que a lo mejor, decretar un estado de alarma y militarizar trabajadores es algo que tambíén hace la izquierda de 'otra manera' que la derecha. De manera más ética, más solidaria y muuuuuuucho más progresista, por supuesto.

Esto lo hace Dña. Esperanza Aguirre cuando los conductores del Metro paralizaron Madrid y no me quiero ni imaginar lo que hubiésemos escuchado en boca del Gobierno y de sus turiferarios en columnas de prensa, blogs y tertulias.

ECA dijo...

T y Carmen: ¡A ver si ahora va a resultar que yo soy un defensor del Gobierno! Pienso lo mismo que vosotras de estos inútiles, pero pienso también que no puede haber barra libre para que controladores, o quien sea, paralicen un país. Y quien hace una huelga salvaje tiene que asumir las consecuencias. Eso es lo que pienso porque que este Gobierno sea un desastre, que tengan la cara dura más que el cemento armado y que sean unos sinvergüenzas no convierte en santos a los controladores.

T dijo...

No tenía ninguna duda acerca de tus sentimientos por este gobierno, ECA. Ya me imagino que te refieres a tus respuestas en el blog de Carmen porque aquí estabas inédito. ¿Ves cómo eres un visceral y escribes sin pensar?

;-)

ECA dijo...

T: Tienes razón, voy de un blog a otro y me lío, pero como me has entendido, tampoco pasa más.

Carmen dijo...

Pues si tu te lías, ECA, figúrate yo, que ya no sé dónde he puesto cada argumento...
Yo, por lo que estoy oyendo (entre gente hoy y en la radio), me parece que no les va a salir cómo piensan, me refiero al gobierno. La opinión sobre la levantada de los controladores empieza a estar descontada y, una vez la indignación pasa, la gente empieza a mirar con "curiosidad" al gobierno y a comprender...
En fin, ayer y hoy París cerrado, tal vez propongan a Sarkozy militarizar la nieve...

ECA dijo...

Que militaricen a Carla Bruni, eso si estaría bien.
T: Estaba antes viendo en el Telediario la entrega de los Premios Nobel y he pensado que nuestra amiga Lourdes, cuando se recupere de las emociones que tanto nos afea a los demás, bien podría hacernos un resumen en plan HOLA. (A ver si entra al trapo)

ECA dijo...

Otra cosa: La veterinaria me ha colocado otro mastín que ni ha nacido para que le haga compañía a Rufo, y me ha dicho que en tu casa había colocado otro, es como una agencia de adopción de mastines.Admito sugerencias para ponerle nombre.

Carmen dijo...

Qué maravilla, un mastín. Para ponerle nombre a un perro, yo creo que hay que verle la carita antes. A mí me gustan los nombres normales, especialmente los diminutivos. Yo pensaba poner a mi perra Rita o Lupe, pero luego, cuando la vi le puse Curra. Pero si es chica te propongo esos, o Lola. O Maribel, para un mastín es bonito.

Si es chico, me gusta mucho Luis (para disimular, escribes Lewis y ya está). Creo que es perfecto para perro, porque es corto y acentuado al final, y suena como un silbido. También Paco, Tomy, Marc, Fred. Tuve un perro que se llamaba Elliot y otro que se llamaba Buster. Pero yo a un mastín le llamaría Borja, a no ser que al verlo se me ocurriera otra cosa.

T dijo...

Si es macho, ponle Sancho. Es muy propio para un mastín leonés. Seguro que Rufo estará encantado con la compañía. Lo de que ha colocado otro en mi casa, ya lo sabía.

Lourdes dijo...

No recuerdo haber afeado nunca las emociones de otros, querido ECA, más bien siempre he sostenido que somos más cerebro que corazón, algo que es tan evidente que ni merece la pena comentarlo. Tan sólo ocurre que soléis atribuir al cerebro el papel de frío y malo de la película, cuando en realidad es el responsable de todas nuestras emociones. Por lo tanto, cuando digo que el corazón es un músculo sobrevalorado, que supongo que es a lo que te refieres porque me lo has escuchado decir en muchas ocasiones, no estoy negando las emociones sino poniéndolas en su sitio.
Y cerebralmente, me alegra que te acordases de mí viendo el telediario del pasado viernes, porque sabes que siempre he disfrutado mucho con el regalo de poder asistir a la entrega de los Nobel, gracias a Sven, mi marido, pero es verdad que este año lo he disfrutado mucho más que las otras quince veces que he asistido. Me estrené con Seamus Heaney de Nobel literatura y lo cierto y verdad es que, en esa catagoría, la que mayor repercusión tiene de todas, tal vez injustamente, con las excepciones de Saramago, Fo, Kertesz, Grass y Lessing, he visto a recibirlo a todo un elenco de raros ilustres. De los cinco que no lo eran, sólo Lessing merecía mi interés y cuando ya tenía perdida la esperanza de ver en la Sala de Conciertos a algún escritor que me emocionase, cerebralmente, desde luego, ver a Vargas Llosa ha superado todas mis expectativas porque de verdad que creí que nunca lo recibiría. Este año, por tanto, me he reconciliado con el todopoderoso Peter Englund.
Puede hablar con Vargas Llosa unos minutos, los justos para darle la enhorabuena y comprobar que es tan encantador como siempre pensé que sería y que además de magnífico escritor es muy elegante y huele estupendamente. Esto último puede parecer una frivolidad pero no lo es, en mi opinión, en absoluto.
Por lo demás, la fiesta transcurrió como siempre, aunque este año había más españoles e hispanoamericanos y ya se sabe que allí donde ahí latinos hay más fiesta que donde no los hay. La mujer de Vargas Llosa se lo pasó de cine y él es un bailarín envidiable. Faltaba la princesa Magdalen, que es la más marchosa de la familia real y que se perdió el mejor baile en años, con lo que lo hubiera disfrutado. Y visto de cerca, el marido de la Kronprincess tiene muy mala cara, todo lo contrario que ella. La reina estaba muy elegante y al rey lo ví muy estropeado.
Espero que esta brevísima crónica social haya sido de tu agrado, ECA.
También podría escribir sobre todos los estupendos científicos que he ternido la oportunidad de conocer en una fiesta como la del viernes pero me da en la nariz que no tienen ningún glamour

Ana dijo...

Oiga pues si hablo con los del grafeno, cuente, cuente que yo me quedé con las ganas de saber mucho más. Me parecieron unos señores geniales y divertidos y su descubrimiento muy útil.

Tengo especial pasión por los lápices y desde que me enteré de que les han dado el nobel a ellos, miro mi inmenso cacharro de lápices con mucho más cariño.

T dijo...

Como crónica del ¡HOLA!, la encuentro escasa, Lour. Por ejemplo: ¿Qué tal iba la ex de Cayetano Martínez de Irujo, ahora ennoviada con un hijo de Vargas Llosa? ¿Llevaba las muletas a juego con el resto del modelito prestado?

;-)

Lourdes dijo...

Los rusos del grafeno son unos tipos geniales, Ana. Llevábamos instrucciones de mi hijo,casi conminatorias, para conseguir un autógrafo suyo y nos firmaron a lápiz la invitación, divertidísimos, encantadores y de manera muy propia. Ya la he mandado a enmarcar, para colgarla en su cuarto, después de que ayerla exhibiera en el liceo como un trofeo de incalculable valor.
Probablemente sepas que la revista Annals of Improbable Research, en colaboración con el MIT y la Universidad de Harvad, concede cada año unos premios, los IG NOBEL, a aquellas investigaciones científicas que ellos entienden más disparatadas y en apariencia, pero sólo en apariencia, más absurdas e inútiles. Pues uno de ellos, Geim, también con otro colega, recibió un IG NOBEL hace 10años por un experimento con imanes, con el que consiguieron hacer levitar a una rana viva. Hay un video colgado en You Tube con el experimento porque me lo enseñó mi hijo fascinado. Parece que tengo un proyecto de científico en casa.

Lourdes dijo...

Ya me disculparás, querida T, pero no tenía ni idea de que tal señora existiese. Ahora que lo leo, si recuerdo a una mujer con muletas en el grupo familiar pero nada más.

T dijo...

¿No encuentras el HOLA en Estocolmo? ¡Con lo que te amenizaría las larguísimas noches de invierno!

Elena dijo...

Vuelvo a lo de los controladores para decir que como tengo que viajar a España la semana que viene, estoy contenta de no tener una preocupación más, pero lo del gobierno con el estado de alerta es que no puedo entenderlo, sobre todo no puedo entender que en España parece que a la gente le da igual todo.