Madrid es una ciudad que ofrece muchas miradas y cada uno de los madrileños, también los que los somos de adopción, tenemos 'nuestro Madrid', un trozo de la ciudad que además cambia con el paso de los años. Yo podría hacer un itinerario de todos los 'Madriles' que han sido míos desde que me vine a vivir aquí, tan distintos y tan dispares, pero si tuviese que elegir me quedaría con uno, tal vez sorprendente.
El Madrid del que yo guardo un recuerdo más entrañable, y que me evoca un camino de superación, es un paseo que empezaba en la calle San Martín de Porres y terminaba su camino de ida en la parada de metro de la Ciudad Universitaria, para desde allí, volver sobre nuestros pasos. Y digo nuestros pasos porque siempre lo hice acompañada. Llegar al metro de la Universitaria era una meta que se iba consiguiendo día a día y de regreso, la cuesta de la calle Miraflores era como subir al Everest.Todo un reto.
El paseo por un sitio tan tranquilo, o muy temprano o al atardecer, no era nada aburrido y cada día saltaba una sorpresa. Nos hicimos amigas de un perro muy viejito, y de su dueña, que también paseaban por la colonia Puerta de Hierro, teníamos controlados todos los saraos de las embajadas, con su ir y venir de coches y de entradas y salidas, los partidos de futbol de veteranos en los campos de deporte de la Universitaria, las clases de judo o kárate, no lo recuerdo bien, en la pradera contigua a la Facultad de Derecho, el espléndido jardín de la residencia del embajador de Grecia, una pequeña casa, lamentablemente ya derruída, que parecía un cottage sacado de cualquier shire inglés, un tipo tocando la gaita, en traje de baño, en el mirador de su casa... Todo un microcosmos encantador. Hasta recuerdo con nitidez un 25 de julio escuchando el debut de Thielemann en Bayreuth, dirigiendo el Anillo, con el transistor pegado a la oreja.
Yo le debo a esos paseos muchas cosas que es imposible escribir aquí porque soy una negada para trasladar sentimientos a una página blanco pero estoy segura de que cuando sea muy mayor, si Dios quiere, esos paseos serán mis mejores recuerdos de Madrid. Y este post es una torpe manera de dar las gracias a quien lo hizo posible.
19 comentarios:
No es nada torpe, es entrañable y se nota desde muy lejos que está escrito con muchísimo cariño.eso sí, cuando seas más mayor tus sobrinos se llevarán una decepción si no les cuentas la Movida y tus años golfos. (Golfos dentro de un orden)
Eso, eso que les cuente los que estuvieron dentro de un orden;- (¿era así el guiño?)
Los demás que nos los cuente a nosotras cuando seamos tan ancianitas como ella y nos divirtamos recordando lo que podíamos sacar los pies del tiesto.
Dentro de un orden, como es natural.
Elena: T "La Movida" la vivió en Salamanca, el que la vivió en Madrid fuí yo y también CM.
Se ha comido un comentario mío.
Efectivamente, yo de movida madrileña sé lo que me contaron. Mis 'años golfos', como tú dices, Elena, fueron algunos años después.
Si se ha comido algún comentario ya aparecerá. De vez en cuando hace cosas raras, ECA.
Ya ha aparecido el comentario pero continua el error en el número que aparece en la pantalla anterior.
Vamos a cruzar los dedos y que gane España y si no que el mundial lo ganen los holandeses.
Me parece que ya está todo en orden.
Y sí, de no ganar España que gane Holanda, estoy de acuerdo contigo, claro que si llegamos a la final eso no tiene más vuelta de hoja porque ellos ya van a jugarla.
ECA puede estar usted contento, ganó España y tiene usted final con color patrio.
Yo ando con el corazón dividido. No, no es que quiera ni por lo más remoto que ganen los holandeses lo que me revienta es que gane España y le haga el juego a ZP.
Me dirán ustedes que es mezclar churras con merinas esto de ver el deporte en clave política pero ¿acaso no es lo que hacen los de la rosa roja siempre que pueden utilizar cualquier cosa para sus fines políticos?
No tengo ninguna duda de que si ganamos el Mundial, Zapatero lo utilizará políticamente que para eso se autoproclamó Ministro de Deportes en la última crisis de gobierno que hizo pero con la que está cayendo, a la vuelta del verano no va a tener más remedio que seguir enfrentándose a la cruda realidad y dejarse de espejismos y de marear la perdiz.
Ya me gustaría a mí tener un gobierno, y una oposición, con el espíritu de lucha, de sacrificio, de trabajo y de equipo que derrochan nuestras diferentes selecciones nacionales: la de futbol la de baloncesto o la de la Copa Davis.
Ana: Si no le importa, nos tuteamos pero como usted prefiera. Estoy contentísimo con la victoria de España y con que el golazo lo marcase un tío que es catalán y que no tiene ningún complejo en decir que es español. Vi el partido con mis hijos y fue un gustazo. Y si el sinvergüenza de Zapatero quiere capitalizar el triunfo que le den mucha morcilla, si piensa que la selección nos va a hacer olvidar a donde nos ha llevado lo lleva claro.
T: Lo decía por si perdiamos ayer, a mi me parecía que estaba claro.
Qué nervios y eso que vamos a ganar, he puesto una bandera de España enorme en la ventana y no es la única que hay en Ginebra.
Que sosos estáis, he estado en Annecy toda la mañana luciendo un polo con la bandera de España para dar envidia a les Bleus.
Elena: Estoy contentísimo de que España haya ganado el mundial y de que se haya terminado, no sabría decirte por que orden. Ayer aquí hasta hubo fuegos artificiales, algo que me parece de locos.
T no está sosa, está en León porque aunque no ha dado señales de vida, yo me he enterado esta mañana y no me lo ha contado Paz que tampoco lo sabía.
Pues va a ser verdad que León es un nido de porteras, ECA. (Por cierto, muchas felicidades).
Lo de que Ana te trate de usted no es porque no te conozca, ECA, a mí aquí también me trata de usted, si te fijas. Es una vieja costumbre de los tiempos en que teníamos un foro en el que el 'usteo' era norma.
Elena, ¿Conseguiste que tus chicos fuesen fans fervorosos de España? Porque no tengo ninguna duda de que a tú ejerciste de española hasta los huesos.
La verdad es que en este sitio me sigue saliendo el hablar de usted, incluso a la dueña del blog, ECA, pero le agradezco la confianza.
Gracias a Dios ha acabado el Mundial, aunque me alegro que lo hayamos ganado. ¡qué saturación!
Y a usted querida T que es una sentimental empedernida le diré que estoy segurísima que, de aquí a que seamos unas viejecitas sentadas contando batallitas sin ganas de dar dos pasos, Madrid nos va a deparar multitud de paseos que almacenar en la memoria del corazón. Diferentes pero tan entrañables como aquellos, la vida continua.
T: Gracias, eres de los pocas y pocos que se acuerdan. Si sigues aquí, llámame que he quedado para una cena y te puedes apuntar.
León no es una ciudad de porteras, es una ciudad en la que según en que sitios, nos conocemos todos y si vas a la cafetería del hospital, no es raro que te vea alguien que nos conozca a los dos.
Ana: Aclarado lo del usted, seguiremos con el tratamiento, a mí lo del tuteo porque sí me saca de quicio así que no me parece mal.
Felicidades con retraso, querido ECA, nunca he dominado el santoral, ya lo sabes.
No sé los de Elena pero mis chicos, también mi chica, fueron casi hooligans apoyando a España el domingo y Tristan, que ayer se fue a un curso de verano a Göttingen, para perfeccionar su alemán birrioso, llevaba puesta una camiseta de la Selección con todo orgullo.
Volví el lunes por la tarde, ECA, pero gracias por apuntarme a la cena.
Lourdes, no me digas que también sacaste la bandera a la ventana porque no me lo creo.
Mis chicos también apoyaron a España, faltaría más! Y soltaron pestes del árbitro y gritaron como si no fuesen suizos.
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