Cuando sólo se tienen unas pocas horas para deambular por Londres y tu acompañante que también conoce la ciudad, te pide que la sorprendas, quieres ser original. Así que desheché lo obvio, lo típico, lo tópico, lo friki y lo más british y llevé a mi cuñada al otro lado del Támesis, a un mercado que me descubrió A hace unos años, en mi penúltima visita; a mí que siempre presumí de conocer todas las esquinas de una ciudad que adoro. Y tengo que decir que cumplí el objetivo: la sorprendí y le encantó.
2 comentarios:
El mercado será de lo más friki o de lo más cool o las dos cosas juntas, me juego cualquier cosa y no pierdo, no creo que sea como la plaza de abastos de tu pueblo, que es el mío.
Las dos cosas, Elena. ;-)
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