Ya he contado aquí alguna vez mi afición a visitar cementerios, algunos bellísimos, pero si alguien buscó un bello emplazamiento para su descanso eterno, ése fue Chateaubriand. El islote del Grand-Bé, frente al mar, en Bretaña, es un lugar inmejorable para lanzar una botella al mar en dirección a la posteridad, como dice Jean-Claude Berchet, el prologuista de la última edición de las 'Memorias de ultratumba'.
martes, 2 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
Veo que guardó usted a buen recaudo la foto. ¿y el epitafio?
'Un gran escritor francés quiso reposar aquí para no escuchar más que el viento y el mar'. O palabras de similar efecto que ya sabe que el francés no es lo mío.
La foto es uno de mis tesoros porque es magífica.
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