jueves, 13 de diciembre de 2007

Rezar


Dos campesinos rezando al atardecer, no al mediodía, porque cuando Millet pintó este cuadro, ésa era la hora del rezo del Ángelus. Una vez terminada la jornada de trabajo, hombre y mujer se recogen en un íntimo diálogo con Dios, abandonados a Él, en la creencia de que Dios sostiene y fortifica a los humildes, a los que conocen sus fallos y se esfuerzan por vencer sus miedos.

Les estoy oyendo musitar: Ángelus Dómini nuntiávit Maríae, et concépit de Spíritu Sancto... y oigo también el tañido de las campanas de la iglesia, a lo lejos. El tiempo se ha detenido, no hay prisa, la oscuridad empieza a cernirse sobre la tierra pero junto a ellos está la Luz y con su postura nos dicen que Dios no nos exige más que sencillez por fuera y amor por dentro.

¡Este cuadro es una poesía!

No hay comentarios: