lunes, 10 de diciembre de 2007

La Biblioteca de Babel

La Torre de Babel, Pieter Brueghel el Viejo

'Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche.'

En 1941, en Mar del Plata, Borges escribió el cuento que da título a esta entrada y del que no está extraída la cita, también de Borges, que figura al pie del cuadro de Brueghel el Viejo. Esa cita, sonora y redonda, también bellísima, la he recordado estos días leyendo un cuento de Antonio Pereira y está sacada del 'Poema de los Dones'. A nadie se le escapa que la noche es, evidentemente, su ceguera y por eso siempre me ha parecido una cita de las de enmarcar, pero yo había venido a escribir sobre otra cosa.

La Biblioteca de Babel borgiana es el Universo y él lo describía así: 'se compone de un número indefinido, y tal vez infinito, de galerías hexagonales, con vastos pozos de ventilación en el medio, cercados por barandas bajísimas. Desde cualquier hexágono se ven los pisos inferiores y superiores: interminablemente. La distribución de las galerías es invariable. Veinte anaqueles, a cinco largos anaqueles por lado, cubren todos los lados menos dos; su altura, que es la de los pisos, excede apenas la de un bibliotecario normal. Una de las caras libres da a un angosto zaguán, que desemboca en otra galería, idéntica a la primera y a todas. A izquierda y a derecha del zaguán hay dos gabinetes minúsculos.

Uno permite dormir de pie; otro, satisfacer las necesidades finales. Por ahí pasa la escalera espiral, que se abisma y se eleva hacia lo remoto. En el zaguán hay un espejo, que fielmente duplica las apariencias. Los hombres suelen inferir de ese espejo que la Biblioteca no es infinita...Yo afirmo que la Biblioteca es interminable.'


A toro pasado, muchos de los miembros más devotos de las incontables cofradías de borgianos que hay por el mundo, han visto en este cuento una señal más de que Borges fue un visionario y no tienen reparos en proclamar que Internet es la Biblioteca de Babel o al revés. Como metáfora tiene un pase, pero elevar a Borges a los altares, por enésima vez, por otra cosa que no sea la genialidad misma del cuento y su calidad literaria, es una memez. Estoy convencida de que sólo quería describir el Universo comparándolo a su mayor pasión: una biblioteca en la que se recogiese todo el saber del presente, del pasado y hasta del futuro.

Adoro a Borges, siempre encuentro entre sus páginas algo deslumbrante y novedoso pero si el fanatismo de algunos de sus lectores ya me saca de quicio, la penúltima interpretación de este cuento ha conseguido irritarme, porque me parece una ofensa al propio escritor, culto entre los cultos, comparar una red en la que cabe todo, y en ese todo incluyo contenidos que a Borges le pondrían los pelos de punta, con ese templo del saber descrito en el cuento y en el que el escritor cifraba su esperanza: 'Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana—la única— está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta...Mi soledad se alegra con esa elegante esperanza'.

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