jueves, 3 de enero de 2013

Aniversarios en 13

Este año que acaba de comenzar celebramos los 200 años del nacimiento de Wagner, el 22 de mayo, y de Verdi, el 10 de octubre. Los homenajes comenzaron el primer día del año en la Musikverein de Viena, en el descafeinado Concierto de Año Nuevo que este año dirigió Franz Welser-Möst, un tipo tan gris que contagió a los filarmónicos de su poco espíritu. Ustedes disculpen, ya me he dispersado.

Les decía que este año vamos a tener Wagner y Verdi hasta en la sopa, salvo en el Teatro Real de Madrid, que a la espera de conocer la temporada 2013-2014, este año sólo tiene programada, en julio, la Misa de Requiem del italiano, a modo de funeral, porque Mortier ha debido pensar que ya los van a honrar suficientemente por los teatros del todo el mundo y él, ya lo sabemos, no es de los que hace concesiones a la galería. Ni a los palcos, ni a la platea, ni al primer anfiteatro. Y ya me he vuelto a enredar.

Por mi parte he decidido festejarlos a lo grande nada más empezar el año, como en Viena, y para ello les dejo con dos youtubes memorables que pueden ustedes ver y escuchar a ratos, si de una sola vez les parece demasiado atracón, sobre todo en el fragmento que he elegido de Wagner aunque creanme que merece la pena.





Este año también conmemoramos el centenario del nacimiento de Benjamin Britten, el 22 de noviembre, pero al autor de 'Peter Grimés' lo festejaré otro día.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mortier es un cretino que además es chulo y prepotente.

Dicho esto, los dos fragmentos impresionantes. Yo preferir, qué le voy a decir que no sepa, me quedo con Kraus;-)

T dijo...

El de Kraus es del último Rigoletto que cantó en el MET y la Inmolación de Brunhilda es de las que ya solo pueden escucharse en disco.

Carmen J. dijo...

No sé si ya te conté que fui en una ocasión a ver el Tannhauser al Real y casi salgo corriendo cuando empezó. ¿Pero qué era aquello? En fin, aguanté estoicamente, todavía no me lo explico.

T dijo...

Disculpa el retraso en contestarte, Carmen. A mí, el último Tannhäuser que ví en el Real no me disgustó demasiado, pero si es el mismo, entiendo muy bien que el Venusberg, el prólogo, te horrorizase. A mí también. Y lo dejé escrito en el blog.