lunes, 26 de noviembre de 2012

No ser. No querer.



Non chiederci la parolache squadri da ogni lato
l'animo nostro informe, e a lettere di fuoco
lo dichiari e risplenda come un croco
perduto in mezzo a un polveroso prato.

Ah l'uomo che se ne va sicuro,
agli altri ed a se stesso amico,
e l'ombra sua non cura che la canicola
stampa sopra uno scalcinato muro!

Non domandarci la formula che mondi possa aprirti,
si qualche storta sillaba e secca come un ramo.
Codesto solo oggi possiamo dirti,
ciò che non siamo, ciò che non vogliamo.

Eugenio Montale

5 comentarios:

T dijo...

No nos pidas la palabra que escudriñe por cada lado
nuestro informe ánimo, y con letras de fuego
lo declare y resplandezca como un azafrán
perdido en medio de un polvoriento prado.
¡Ah el hombre que seguro marcha,
amigo de los demás y de sí mismo,
y no cuida de su sombra que la canícula
imprime sobre su desconchado muro!
No nos exijas la fórmula que pueda abrirte mundos,
pero sí alguna sílaba seca y torcida como una rama.
Sólo eso podemos hoy decirte,
lo que no somos y lo que no queremos.

Carmen J. dijo...

Esto de que no escribas más a menudo me está embruteciendo, T.

Qué complicado ¿no?

T dijo...

¿Tú crees? Esta poesía es un clásico. Una declaración de principios de la poesía de Montale - es una de sus primerísimas obras, creo que la primera, incluso - a quien no le gustaba nada el culto a la palabra tan habitual en los poetas italianos y sin embargo, juega con ellas maravillosamente. Primero niega con una afirmación y después afirma con una negación.
A mí me gusta mucho como suena, al margen de que los semióticos la tengan como obra de cabecera.

Carmen J. dijo...

afirmar con una megación y negar con una afirmación... ¿estás segura de que no vivió en Francia este hombre?

T dijo...

¡JA, JA, JA! Seguramente...

;-)