lunes, 25 de julio de 2011

Más de un siglo en La Verde Colina

A esta hora,  las cuatro de la tarde, con puntualidad germana, y como cada veinticinco de julio, se  abrirá un nuevo Festival de Bayreuth.  Este año con el Tannhäuser, dirigido por Thomas Hengelbrock . El tenor sueco Lars Cleveman y la soprano Camilla Nylund, nacida en Finlandia, que debutan en tan magnífico escenario, darán un toque nórdico a la producción dirigida por Sebastian Baumgarten que, como siempre, mañana será objeto de las críticas más rigurosas y apasionadas por todos los wagnerianos del mundo. Y habrá polémica, o no sería Bayreuth. De hecho, como viene ocurriendo en los últimos tiempos, la polémica ha empezado antes que el Festival porque Nike Wagner, ha acusado a sus primas de ignorar, a la hora de programar esta edición, el bicentenario del nacimiento de su común tatarabuelo Franz Liszt, muerto precisamente en Bayreuth hace ahora ciento veintiseis años.

En realidad, cuando se habla de todo lo que rodea a Bayreuth, las polémicas son inevitables. Este año, además, en programación paralela,  la Orquesta de Cámara de Israel interpretará obras de varios compositores judios, y volverá a enconarse el debate acerca de si Wagner fue filonazi, incluso antes de que Hitler fundase el partido nacionalsocialista alemán. Es decir, que en Bayreuth nada cambia. O eso parece porque, en realidad, han cambiado muchas cosas desde hace ciento treinta y cinco años. (Sí, ya sé que este año los periódicos hablan de la edición número cien del Festival pero lo cierto es que en Bayreuth se programan óperas de Wagner desde mil ochocientos setenta y seis).

Este año, lo habrán supuesto ya que se inicia con Tannhäuser, no toca Anillo, así que lo primero que escucharán Frau Merkel, incondicional de esta cita, y otros mil setecientos noventa y nueve privilegiados, será algo parecido a esto. Sólo parecido, porque Bayretuh, como tantas otras cosas, tampoco es ya lo que fue.


PS.- La grabación es de la Filarmónica de Viena dirigida por Hans Knappertsbusch que tal vez sea quien mejor supo interpretar a don Ricardo.

5 comentarios:

Elena dijo...

Le he dado recuerdos al Apóstol de tu parte y de parte de Ana, (¡Felicidades! Que mañana no creo que me conecte) y mañana temprano iremos a la mariña de Lugo unos días. El viernes, si Dios quiere, dormiremos ya en Portonovo y tengo la sensación de ser una resistente porque de unos años para acá, no quedamos más que nosotros por allí.

Muy bonito Tannhäuser, es la única ópera de Wagner en la que no me he aburrido mortalmente.

Carmen J. dijo...

Una mañana en Bayona, hace años, en el hotel nos despertaron - no me pregunten por qué - con el coro de los peregrinos, que como vds saben bien es una música que "se va acercando". No comprendimos que el volumen era atronador hasta que los peregrinos estuvieron a los pies de la cama. A la altura del "Aleeee - luya" tuvimos que correr a coger el corazón que se nos había salido del pecho y se había encaramado a la lámpara.

Les recomiendo un despertar así, al menos una vez en la vida: es una manera formidable para ahorrarse el zumo del desayuno

Ana dijo...

Muchas gracias Elena.

Ana dijo...

Por lo que acabo de leer hubo bronca a costa del Tanhaüser.

Elena dijo...

¡Qué bueno, Carmen! Lo de despertarte con música in crescendo me recuerda a cuando nos llevaban de ejercicios espirituales que nos despertaban así, con música de canciones de misa, pero en un hotel debe ser un shock.
T ponte bien pronto y ten paciencia en el hospital, ya verás que pronto estás otra vez argallando.