O, nunca olvides que has estado en mi sueño
aunque aún no lo sepas.
Formar parte de un sueño es caer a un abismo
para salir de él sin guardar la memoria
de haber roto la noche en que no estuve alerta
y me creí segura sin cerrar la ventana.
Porque después de todo, ¿qué supe yo de mí?
Sólo supe mi nombre, mi estela en el espacio,
los nombres de lugares ¿que ocupaba?
los nombres de personas ¿que pasaron?
Tan sólo nombres. Nombres y palabras
con sonidos cambiantes según los instrumentos.
Pero un sueño es un mundo que carece de
nombres
donde se oyen sonidos que ya no son palabras.
Nada llega a los labios aunque nada es vacío
porque todo lo llena lo que el silencio guarda
hasta que la semilla florezca en algún tiempo.
Julia Uceda
4 comentarios:
No me gusta nada y no es una venganza por corregirme en lo de las antípodas.
;-)
Doy por sentado que no es una 'venganza', Elena. A mí, sin embargo, no me desagrada pero que no es una poesía redonda también lo tengo claro.
¿A la O del primer verso no le falta una hache? Si no es así, la licencia poética me parece excesiva.
Perdona Lour, se me había pasado tu comentario. Y sí, es licencia poética.
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