miércoles, 18 de mayo de 2011

¿Ha llegado su tiempo?

Tumba de Gustav Mahler en el cementerio de Grinzing, en Viena, diseñada por J. Hoffmann

Hoy se cumplen cien años de la muerte de Gustav Mahler, el compositor que más se acerca en la construcción de sus obras a un novelista. El universo sonoro de Mahler, bien podría ser el del argumento de una novela de Thomas Mann. Y no porque el adagietto de su Quinta Sinfonía vaya unido en nuestra memoria a las bellísimas imágenes que Visconti realizó de una Venecia moribunda.

Mahler, melancólico y alegre, resignado y desesperado; siempre entre Eros y Thánatos y siempre perfeccionista, fue el eslabón que unió el sinfonismo clásico de Beethoven y Brahms con la Segunda Escuela de Viena de Berg, Schönberg y Webern. Sus obras se deslizan por diferentes tonalidades -casi todas sus sinfonías terminan en un tono distinto a aquel con el que se inician -  y anuncian el fin de los principios armónicos que eran sagrados hasta entonces.

Mahler, el director de la Ópera Imperial de Viena, el judio converso al catolicismo, el contemporáneo de la Secesión Vienesa, de Zweig, Gropius, Mann, Joyce y Freud, entre otros muchos; el rendido admirador de Wagner, el testigo de una época esplendorosa en Centroeuropa; el atormentado esposo de Alma Schindler, también conocida como la amante de Europa por su agitada vida sentimental, fue también un notabilísimo director de orquesta en el que años después se han mirado las más grandes batutas contemporáneas.

Mahler, el compositor de las orquestas desmesuradas y los movimientos casi eternos, tuvo, sin embargo, la habilidad y el genio de introducir en sus composiciones retazos intimistas, propios de la música de cámara,  y pinceladas de música popular, algo que no llegaron a entender sus contemporáneos y que él refutó con cuatro palabras: 'Meine Zeit wird kommen', es decir, llegará mi tiempo.

No soy nada mahleriana, reconozco que me interesa mucho más el entorno en el que vivió que su música y me resulta dificil elegir un fragmento de su obra, así que he decidido poner uno de su primera sinfonía en Re mayor, 'Titan', dirigida por Kubelik porque no he encontrado ningún you tube dirigido por Bruno Walter que dure menos de media hora. La 'Titan' se estrenó en Budapest el 20 de noviembre de 1889 y la crítica  la calificó de irreverente, estéril, trivial y de una excentricidad monstruosa. Está claro que no era su tiempo.

11 comentarios:

Lourdes dijo...

Me gusta Mahler y me apasiona la Secesión, si no me falla la memoria, compartimos devoción por Klimt y también por todo el movimiento modernista. Sabes que no soy muy dada a recrearme en imposibles pero si hay una época que me hubiera gustado conocer es ésa.

Aprovecho y te cuento que ayer me enteré de que se ha traducido al español un interesante libro de Peter Englund sobre la Primera Guerra Mundial, no sé quien lo ha editado pero no será difícil encontrarlo y te gustará.

Ana dijo...

El libro se ha traducido en
España como "La belleza y el dolor de la batalla" y lo ha editado Roca editorial este año.

Estoy con usted que la Secesión y el Modernismo son apasionantes y si se pudiera viajar hacia atrás tampoco me importaría nada conocer esa época con todas las luces y sombras que tiene. Quizás por eso es tan apasionante.

T dijo...

Tomo nota del libro.

Y a mi vez, recomiendo las memorias de Alma Schindler (Mahler - Gropius - Werfel) que publicó Tusquets a finales de los 80, aunque las han reeditado más tarde en otra colección. Se titulan 'Mi vida'y son un testimonio imprescindible de aquellos años.

Lourdes dijo...

Ana, ¿Ya lo ha leído? Si es así, ya me dirá lo que le parece.

Alma Mahler fue una femme fatale pero a mí no me cae mal, a pesar de que la mala prensa que arrastra y de haber sido culpada de todas las desgracias de Mahler.

Carmen dijo...

Me ha gustado mucho lo que has escrito. No conozco Mahler: mi tía Pilar, que me aprovisiona de CD´s de música clásica - por ver si me amansa - todavía no ha llegado ahí. Me temo que todavía me queda para llegar.

Les doy la razón en que es una época y un lugar fascinantes. T., has citado a Zweig, que describe estupendamente el paso de la vieja escuela del siglo XIX al primer tercio del XX, con la llegada de las masas, en El mundo de ayer, un libro que tengo subrayado por todas partes. Uno podría encontrar alguna similitud con los momentos extraños que vivimos si no fuera porque la televisión nos muestra con claridad que la zafiedad no es solo atribuible a la masa, sino también a los individuos "sueltos"...

Me apuntaré el libro vuestro para... este verano.

Ana dijo...

No lo he leído aún Lourdes, es de los que tengo apuntados para la próxima feria del libro de Madrid.Ya le contaré.

Le recomiendo si no lo ha leído "el final del desfile" de Ford Madox Ford. Lumen hizo una estupenda traducción al español el año pasado y yo disfruté como una enana con la novela, aunque debería decir las novelas pues es una trilogía.

Aunque si quiere leer un buen libro de historia sobre el final de la primera guerra mundial y las consecuencias del armisticio le recomiendo el de la canadiense Margaret McMillan, "Paris, 1919", muchos de los lodos en que andamos enfangados aún provienen de aquellos fangos.

Lourdes dijo...

No he leído el de McMillan, lo tengo pendiente desde hace años al igual que otros muchos y es que necesitaría días con más horas, Ana. Sí leí El último desfile y El mundo de ayer, que refiere Carmen. Los dos me parecen excelentes y muy superiores al de Englund, pero este último es una visión original de la Gran Guerra que creo que le gustará.

¿Qué pensáis de las concentraciones de estos días en España? Reconozco mi perplejidad y no tengo todavía una opinión. Estoy a la espera de ver que ocurre después de mañana.

Ana dijo...

Lourdes estoy de acuerdo con usted, necesitaría días de cuarenta y ocho horas y veinticuatro para dedicarlas a todas esas cosas, entre ellas y fundamentalmente leer, que me gusta hacer y no hago por falta de tiempo.

¡este maldito horario español!

En cuanto a las manifestaciones de Sol, según ellos las elecciones no iban con ellos y estoy tentada a decirle que ellos conmigo no van.

El antisitema por principio me parece que no deja de ser una declaración de egoismo puro y duro y alegato de derechos propios conseguidos sin mayor esfuerzo que reclamárselos a papá Estado y sin respeto a los ajenos sobre todo si se han conseguido gracias al mérito y al trabajo. No me parece la fórmula para arreglar un país.

T dijo...

Como no soy 'anti-sistema', sino que trabajo dentro del sistema, he tenido unos días muy atareados y no he podido atender el blog, así que pido disculpas por el retraso en responder a los comentarios.

Mi opinión sobre lo de la Puerta del Sol, y otras plazas, pasa por dos planos. De un lado, mi alma de jurista, me dice que la ley está para cumplirla. Y, por lo tanto, la ocupación de un espacio público sin permiso y por tiempo, al parecer, indefinido, es algo que no debería permitirse. me da igual que reclamen acabar con el sistema o que pertenezcan al Ku-kus-klan.

Si además está obviedad la corroboran dos sentencias, una del Supremo y otra de Constitucional, y la autoridad competente, se las pasa por el arco del triunfo, me parece que la autoridad competente incurre en desacato. Eso para empezar.

La argumentación de que la concentración pacífica, me sonroja porque la realidad es que se ha alterado la vida normal de la Puerta del Sol, hablo de lo que más conozco, y los empresarios que tienen allí negocios, han visto como susfrían perjuicios. Pero claro, a lo mejor es que los comenrciantes que se matan a trabajar para sacar sus negocios a flote también pertenencen al sistema capitalista a erradicar.

T dijo...

Y además, con semejante precedente, pacíficamente podemos sentarnos en la Castellana e interrumpir el tráfico, bloquear carreteras y lo que se nos ocurra. Ya sé que Rubalcaba tenía una patata caliente con el temita, en vísperas de unas elecciones, pero resulta que gobernar es éso.

Para opinar del fondo del asunto, tendría que leer sus propuestas concretas, porque lo que he leído es bastante inconsistente. Y al final, a lo mejor resulta que también terminan constituidos en asociación, e incluso en partido político, y sometidos al veredicto de las urnas que siguen siendo la única democracia real que cuenta.

Ya sé que preguntabas por la influencia que podrían tener en las elecciones. Ya has visto que si han tenido alguno, no lo sé, ha sido la de terminar de movilizar el voto arrollador al PP. Debe ser que el pueblo llano, el que vota, todavía y por ahora, sigue siendo inculto, poco preparado e insensible a tan nobles ideales.

Elena dijo...

Si aquí organizan una parecida, a la media hora están disueltos y en la frontera, lo digo porque serían extranjeros, los suizos son poco amigos de esas movidas. Yo me apuesto lo que queráis a que se irán disolviendo poco a poco y hasta las próximas elecciones.