Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un nuevo rayo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.
Leon Felipe
Hoy se cerrará la Puerta Santa de la catedral de Compostela pero hay que seguir haciendo Camino cada día.
14 comentarios:
Muy oportuno que lo recuerdes, T. Hice el camino en el 2004, también año jubilar. Solo fue una semana. Fui con otras 6 amigas. Fue una experiencia inolvidable.
Cada una tenía sus motivos, sus referencias, sus objetivos. No estuvimos en albergues, sino en hoteles, y no arrastrábamos mochilas de 20 Kg, porque dejábamos las maletas en los coches. Pero recordaré siempre el dolor inhumano de pies y el esfuerzo de concentración para no tirar el bastón a mitad de recorrido.
Ahora creo que es más romería aun, y sin embargo es un ambiente muy especial. Porque incluso a los que van de trekking, la magia del camino les llega al corazón.
Nunca podré olvidar cuando llegamos a Santiago. No me averguenza decir que llamé a mi madre, que es a quien más quiero en este mundo, para decirle que "ya había llegado". Y como yo estaba muy emocionada, la pobre se preocupó pensando que me pasaba algo malo. Y no: es que, al llegar, comprendí lo que tú dices: que hay que seguir caminando. ¡Y esto es fantástico!
Al lado, el ignorante que quiere alargar el año Santo para atraer el turismo, y el reprimido que cree que no yendo - en avión - va a evitar que la gente acuda. Sería muy bueno que hicieran el Camino de verdad, no solo para la foto. Que vivieran la fraternidad y la sonrisa agotada de los "peregrinos", y que se les pegara un poco de humanidad...
Carmen: Yo lo hice entero y solo en 2004, con mochilina y durmiendo donde pude, y fue una experiencia inolvidable. Cuando vi a lo lejos la catedral de Santiago se me caían lagrimones. Quiero hacerlo con mis hijos cuando sean un poco más mayores si Dios me da salud, que el tiempo ya lo buscaré yo.
O sea, que tú lo hiciste de peregrino-peregrino. Yo no tengo tantos ánimos, aunque no descarto hacerlo entero cuando tenga el tiempo y la compañía.
Para el siguiente, tiempo queda.
Así que podemos pensar en ir quedando para hacerlo ;-)
Desde Estocolmo no sé si hay ruta pero me consta que desde Ginebra existen etapas marcadas del Camino, sobre todo en la Saboya francesa.
Elena ¿no se anima?
No es necesario esperar al 2021, puede hacerse cualquier año, aunque no sea santo, y es más, como hay menos 'romerías', es más agradable. Y eso que el año pasado, Ana y yo tuvimos la experiencia, casi insólita, de llegar a la Puerta Santa y encontrarla vacía. Nos sorprendió tanto que volvimos sobre nuestros pasos porque ya pensábamos que nos habíamos equivocado de puerta. Fue el fin de semana de febrero que se desató sobre Galicia la que llamaron 'tormenta perfecta', algo que debió espantar a más de un peregrino.
Para mí llegar a la Plaza del Obradoiro es casi una costumbre, porque raro es el año que no paso por allí más de una vez, pero es verdad que llegar, después de haber hecho el Camino, es muy especial y no me importaría nada hacerlo una vez más.
Carmen: Lo hice tan en serio que cuando llegué a León ni
pasé por mi casa.
Ana: Usted proponga que a mí el plan no me disgusta.
T: ¿Tu también lo has hecho entero, no?
No sé de ningún camino escandinavo para llegar a Santiago de Compostela, Ana, pero si hay un precedente, a la inversa, en el que nos podríamos apoyar. T y ECA, con otros amigos, recorrieron media Europa en coche, desde León, para asistir a mi boda en Estocolmo, y ahora que ya tenemos un espectacular puente entre Suecia y Dinamarca, tiene que ser más fácil el viaje, pero hacerlo a pie lo tengo por una empresa casi imposible. Digo casi porque hace años leí un libro precioso, que se llama El tiempo de los regalos, que es la narración de un viaje a pie desde Inglaterra a Turquía, luego no hay nada imposible.
Mi experiencia en el Camino es escasa, porque aunque he estado varias veces en Santiago, en Año Santo y en año ordinario, sólo una vez llegué andando y tan sólo fueron los últimos kilómetros, desde Sarria.
No descarto hacerlo alguna vez y lo que tu propones es muy sugerente, Ana; como en cualquier camino a recorrer todo es dar el primer paso.
Ana, me animo porque yo soy muy caminera, entero lo he hecho una vez andando, desde León, una vez en bici, desde Villafranca, una vez andando y dos en bici, desde Sarria andando, un año que convencí a Lourdes para que viniese conmigo y sólo se atrevió a ese tramo, y con mi marido, de novios, lo hice en bici desde Santander, por el camino de la costa, y el viernes fui con toda la familia al cierre del portón del perdón en la Iglesia de Santiago de Villafranca. Y me pasa como a T, que a Santiago voy todos los años porque para mí es sitio de paso. Pero a Estocolmo fui en avión y bien que me arrepentí porque se lo pasaron de miedo en el viaje.
Elena: Si es por compostelas, tú ya tienes ganado el Cielo.
Lourdes: Llegamos a tu boda de milagro, porque ni te cuento las veces que nos desviamos porque teniamos que ver algo, pero lo pasamos muy bien.
Lourdes, el libro al que usted hace referencia, de Patrick Leigh Fermor, tiene una segunda parte "entre los bosques y el agua". Tampoco en él llega hasta el prometido final de viaje.
El autor que aún vive sigue prometiendo todos los años que escribirá la última parte de su viaje pero parece que tampoco será este año.
Lo que si ha visto la luz es su correspondencia con la menor de las hermanas Mitford y esa creo que terminaré cayendo en la tentación de leerla.
Las Mitford se han pasado media vida escribiendo cartas. No me explico como les ha dado tiempo a hacer tantas cosas. Eran unas chicas muy organizadas. ¿La correspondencia de la Duquesa de Devonshire con Fermor es reciente o de cuando eran jóvenes?
Ana, sin llegar a Turquía pero ya muy cerca, de Paddy Leigh Fermor ha publicado Acantilado hace muy poco tiempo, la traducción de un libro que te recomiendo. Se llama ".Mani. Viajes por el sur del Peloponeso". Es una delicia.
Y puesto que estamos hablando de libros de viajes en un post dedicado al Camino de Santiago, me parece obligado recordar el excelente "El Desvío a Santiago", de Cees Nooteboom.
Querida Elena, llega a mis oídos que juzga usted una exageración que en febrero del año pasado T y yo encontráramos la puerta del perdón vacía.
Le aseguro que es absolutamente cierto. El clima de catástrofe natural que habían creado los medios con la famosa tormenta perfecta dejó hasta el Camino vacío de peregrinos.
He estado unas cuantas veces en Santiago, varias haciendo el Camino, sea el francés, sea la ruta de la plata,y le prometo que nunca, nunca, vi la puerta vacía. De ahí nuestra incredulidad y las miradas de dudas que intercambiamos pensando que sufríamos un proceso de amnesia colectivo y habíamos olvidado cuál era la puerta. Pero no, la gente se había atrincherado en sus casas o en los hoteles y Santiago estaba inusitadamente despoblado, sólo el viento y la lluvia, nosotras y algún viandante perdido deambulábamos por las calles. Toda una experiencia.
Eso sí, la Toja inundarse se ha inundado este fin de semana pasado, no con la tormenta perfecta
¡cosas veredes!
Es que mira que he llegado veces a la Puerta Santa y nunca, lo que se dice nunca, la he encontrado sin una cola que hacer, por pequeña que fuese, y vosotras decís que no había nadie, es increíble. Tendriáis que haber hecho una foto porque es raro, raro, raro. Pero os creo ¿Eh?
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