jueves, 21 de octubre de 2010

A veces, en octubre, es lo que pasa...


Cuando nada sucede,
y el verano se ha ido,
y las hojas comienzan a caer de los árboles,
y el frío oxida el borde de los ríos
y hace más lento el curso de las aguas;

cuando el cielo parece un mar violento,
y los pájaros cambian de paisaje,
y las palabras se oyen cada vez más lejanas,
como susurros que dispersa el viento;

entonces,
ya se sabe,
es lo que pasa:

esas hojas, los pájaros, las nubes,
las palabras dispersas y los ríos,
nos llenan de inquietud súbitamente
y de desesperanza.

No busquéis el motivo en vuestros corazones.
Tan sólo es lo que dije:
lo que pasa.

Ángel González

8 comentarios:

Elena dijo...

Si no quieres caldo, dos tazas. Vas a seguir con el otoño ?

T dijo...

¿Tampoco te gusta la poesía? Me parece que estás un poco negativa, Elena.

Ana dijo...

Menos mal que ya no le gusta tanto el otoño.

¡Si le llega a gustar!

T dijo...

Es lo que toca, ¿no?

Carmen dijo...

Muy bien, T., muy bien. Me ha gustado mucho.

Lourdes dijo...

Lo que pasa está muy estudiado por la ciencia médica, pero es muy poco poético.

T dijo...

Lour, a ese comentario te voy a contestar en el siguiente post que cuelgue. Hoy mismo, si puedo.

Lourdes dijo...

He leído ya tu respuesta y está bien traída y sin embargo, querida T, me tendrás que reconocer que eso no es poesía.