viernes, 24 de septiembre de 2010

Alejandrinos franceses


Green

Voici des fruits, des fleurs, des feuilles et des branches
Et puis voici mon coeur qui ne bat que pour vous.
Ne le déchirez pas avec vos deux mains blanches
Et qu'à vos yeux si beaux l'humble présent soit doux.

J'arrive tout couvert encore de rosée
Que le vent du matin vient glacer à mon front.
Souffrez que ma fatigue à vos pieds reposée
Rêve des chers instants qui la délasseront.

Sur votre jeune sein laissez rouler ma tête
Toute sonore encor de vos derniers baisers;
Laissez-la s'apaiser de la bonne tempête.
Et que je dorme un peu puisque vous reposez.

Paul Verlaine

14 comentarios:

ECA dijo...

T: Podrías traducirla porque debe ser bonita, pero no me entero.

Carmen dijo...

Huy, no sé por qué, pero al leerlo me ha sonado infantil, como recitado por una niña pequeña que hace una monería delante de los amigos de sus padres ¿Me estoy volviendo loca o no he entendido nada? O las dos cosas...

Lourdes dijo...

Fauré le puso música y quedó muy bonito; las rimas cruzadas le dan ciertamente un tonillo de poesía de fin de curso en colegio de monjas. De hecho, recuerdo haberla recitado una vez a petición de la monja que nos daba francés y a la que le gustaban mucho de esos versos. Es más, creo que T los ha puesto aquí por esa razón. Jolie, que así se llamaba, era gran admiradora de la poesía y recitábamos los versos de medio panteón lírico francés. Tenía mucha gracia escucharla declamar como transida de emoción.
Sin embargo no es un poema tan simple, es una elegía en la que la naturaleza juega un papel simbólico porque Verlaine quiso expresar con él el deseo de amar y ser amado.
ECA, si T ni lo hace, te la traduciré yo cuando tenga un ratón que ahora es ya tardísimo.

Lourdes dijo...

He querido escribir ratín y no ratón; y también sobra un de en la sexta línea.

Elena dijo...

Los versos de la Jolie! Anda que no me he reído yo poco con la monja de francés que era tan cursi como grande. Al lado de Mrs. Muddy , la de inglés, que era genial y una friki de cuidado, soeur Anne-Marie Jolie era la monda.
Cómo te puedes acordar de los versitos de marras ! Y Lourdes recitándolos en el salón de actos ya era de reírse toda la semana.
Ana, el libro es súper entretenido, me tiene enganchada.

T dijo...

Traducida por Víctor M. Londoño:

Te ofrezco entre racimos, verdes gajos y rosas,
mi corazón ingenuo que a tu bondad se humilla;
no quieran destrozarlo tus manos cariñosas,
tus ojos regocije mi dádiva sencilla.

en el jardín umbroso mi cuerpo fatigado
las auras matinales cubrieron de rocío;
como en la paz de un sueño se deslice a tu lado
el fugitivo instante que reposar ansío.

Cuando en mis sienes calme la divina tormenta,
reclinaré, jugando con tus bucles espesos,
sobre tu núbil seno mi frente soñolienta,
sonora con el ritmo de tus últimos besos.

T dijo...

Carmen, mi profe de francés, la monja que estas amigas mías han estado poniendo como el título del poema, decía que en Verlaine era más importante el sonido que el contenido. A mí si me gusta como suena y traducida pierde una barbaridad porque no dice nada.

¡Buena memoria, chicas! ;-)

Ana dijo...

Madre mía, una mañana que no puedo pasearme temprano por estos lares y hay que ver lo bien que se lo pasan.

Verán, yo tengo un problema con ciertos poetas franceses,tuve que declamarlos tanto y tantas veces en el colegio y corregir tantas veces mi pronunciación que les he cogí auténtica tirria. Verlaine, supongo que por eso de la músicalidad era uno de los preferidos y al pobre lo tengo crucificado.

Claro que los había peores y muy cursis pero no voy a señalar que es de mala educación;-)

Ana dijo...

Aunque a pesar de mis sugerencias nunca nos dejaron recitar ni a Baudelaire ni a Rimbaud.

¡Ni que Verlaine hubiera sido un santo!

Carmen dijo...

Uf, pierde mucho con la traducción, es verdad. Y tienes razón, es el sonido lo que importa. Pero qué queréis: aprendí francés a los 21, en un ambiente de escuela de negocios y hablo un francés de pijo parisino con un acento entre polaco y argelino. ¡Lo mínimo que me puede pasar si lo recito es tener una regresión a la infancia!. En fin, sin duda no sé enfrentarme a Verlaine porque la mejor de mis batallas la he librado con Jacques Brel (bien sur nous eumes des orages, vingt ans d'amour, c'est l'amour folle...). Pero yo me he reido con vuestros recuerdos, así es que ¡bienvenidos sean, los alejandrinos!

ECA dijo...

Carmen: A mí me gusta mucho Jacques Brel, más que Verlaine. Y el francés, que mi madre se empeñó que estudiase, lo tengo tan olvidado que ya no me sirve ni para decir buenos dias. Éstas es que son unas chicas de formación muy completa, en su colegio había de todo y daban clases de todo, y el acento que deben tener en francés seguro que también es muy pijo porque el colegio era y sigue siendo pijísimo, y fijese, la monja de la que hablan sería cursi pero tenía pinta de polaca robusta.

Carmen dijo...

Me hago cargo, ECA, me hago cargo.. :-)

Lourdes dijo...

Querido ECA: el colegio era excelente, confío en que lo seguirá siendo, pero no pijo. Fuimos unas privilegiadas que disfrutaron de una magnífica educación en todos los aspectos, nada más y nada menos.

ECA dijo...

Lourdes: Todo eso que tu dices y además, pijo.