domingo, 21 de marzo de 2010

¡Por fin la primavera!


Hoy, veintiuno de marzo, entra Aries
en el equinoccio y golpea su
cabeza varonil contra árboles y rocas,
y tú, amor, apartas
a sus golpes el viento del invierno
de tu oído inclinado
sobre mi última palabra. Flota
la primera espuma sobre las plantas, pálida,
casi verde y no rechaza
la advertencia. Y la noticia se propaga
hasta las gaviotas que se encuentran
en el arcoiris: brotan
lloviendo su lenguaje
de salpicaduras que resuenan
en las grutas. Tú ocultas su chillido
a mi lado, abres el puente
entre nosotros y las ráfagas
que la naturaleza prepara en el subsuelo,
en un relámpago desposeído de sabiduría,
superas el despuntar de los brotes.
Ahora la primavera no nos basta.

Salvatore Quasimodo

5 comentarios:

Elena dijo...

¡Vaya nombrecito! No lo había oído en mi vida pero éso tampoco es tan raro.

Mucha primavera pero en tu pueblo hay unas nieblas que parece noviembre.

T dijo...

Sí, éso me habían contado ya.

Quasimodo fue Nobel de Literatura, Elena, cuando ni tú ni yo habíamos nacido.

Ana dijo...

¿De quién es la traducción?

Ana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
T dijo...

De Carlo Fabretti.