Strauss, después de Salomé y Elektra, se dió un respiro de expresionismo y atonalidades y quiso escribir una comedia musical mucho más ligera, una ópera bufa, a la manera de Mozart, algo de lo que da fe la correspondencia que mantuvo con su libretista Hugo von Hofmannsthal, en la que hay continuas alusiones a esta intención. Sin embargo, el Rosenkavalier es de una originalidad incuestionable que trasciende la posible evocación mozartiana y que se manifiesta tanto en la elección de motivos y temas, como en la orquestación y en el desarrollo vocal. Por lo que se refiere a la orquesta, Strauss la redujo considerablemente respecto a las anteriores, lo que no fue obstáculo para que lograse un elevado virtuosismo y una gran riqueza de color y en cuanto a los desarrollos vocales, Strauss utilizó en esta ópera los grupos vocales, un recurso que había desechado en las dos anteriores y que culminan en el maravilloso trío final - 'Hab' mir's gelobt... Ist ein Traum' (Elijo amarle... Esto es un sueño).
Igual que es un sueño escuchar a Felicity Lott, Barbara Bonney y Anne Sofie von Otter, dirigidas por Carlos Kleiber, en el otoño de 1994, en la Staatsoper de Viena pero si quieren, este video permite escuchar otras versiones.
2 comentarios:
!Qué bonito! El papel del joven siempre lo canta una mujer?
Sí, está escrito para una mezzo.
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