martes, 15 de diciembre de 2009

Mejor que un trío de ases

Desde su estreno en la Semperoper de Dresde, el 26 de enero de 1911, El Caballero de la Rosa  está considerada cómo una obra maestra del género. En brevísima síntesis, la ópera más popular de Richard Strauss es la historia de una mujer madura, La Mariscala, que envía a su joven amante, Octavian, para que entregue a la joven Sofía la rosa de pedida matrimonial en nombre del muy zafio Barón Ochs, pero los dos jóvenes se enamoran y  la ópera termina con el sonoro enfado del barón y la renuncia de La Mariscala a su amante para que triunfe la pasión más pura y juvenil.

 Strauss, después de Salomé y Elektra,  se dió un respiro de expresionismo y atonalidades y quiso escribir una comedia musical mucho más ligera, una ópera bufa, a la manera de Mozart, algo de lo que da fe la correspondencia que mantuvo con su libretista Hugo von Hofmannsthal, en la que hay continuas alusiones a esta intención. Sin embargo, el Rosenkavalier es de una originalidad incuestionable que trasciende la posible evocación mozartiana y que se manifiesta tanto en la elección de motivos y temas, como en la orquestación y en el desarrollo vocal. Por lo que se refiere a la orquesta, Strauss la redujo considerablemente respecto a las anteriores, lo que no fue obstáculo para que lograse un elevado virtuosismo y una gran riqueza de color y  en cuanto a los desarrollos vocales, Strauss utilizó en esta ópera los grupos vocales, un recurso que había desechado en las dos anteriores y que culminan en el maravilloso trío final - 'Hab' mir's gelobt... Ist ein Traum' (Elijo amarle... Esto es un sueño).

 Igual que es un sueño escuchar a Felicity Lott, Barbara Bonney y Anne Sofie von Otter, dirigidas por Carlos Kleiber, en el otoño de 1994, en la Staatsoper de Viena pero si quieren, este video permite escuchar otras versiones.


2 comentarios:

Elena dijo...

!Qué bonito! El papel del joven siempre lo canta una mujer?

T dijo...

Sí, está escrito para una mezzo.