Rigoletto es una ópera que ha sido objeto de multitud de anécdotas y no todas buenas pero sí muy divertidas. La última ha tenido lugar esta misma semana con ocasión de su representación en el Teatro Real de Madrid. Verán, el pasado lunes, el barítono Leo Nucci, según cuentan los cronistas, consiguió el primer bis de la historia del teatro, desde su reapertura, pero no es ésto lo que quiero contar, no. Lo verdaderamente asombroso lo leí al día siguiente en el periódico 'LA RAZÓN' que se hacía eco del prodigio y además resaltaba que curiosamente no lo había conseguido con el aria más famosa de la ópera - La Donna è mobile - sino con el dúo del final del segundo acto, el de la 'vendetta', junto a la soprano Patricia Ciofi. ¡Y se quedaron tan anchos!
En el Teatro Real de Madrid pasa de todo, eso es verdad, pero hasta la fecha no consta que los barítonos canten la parte del tenor o viceversa; lo que me ha recordado otra anécdota parecida de hace ya bastantes años, cuando el Teatro de la Zarzuela era la sede de la temporada de ópera. Entonces, Alfredo Kraus cantaba su inigualable y maravilloso Duque de Mantua, una de las últimas veces que lo hizo, y hubo tortas para conseguir entradas. Entre quienes lo lograron estaba un conocido mío que de ópera nunca ha sabido absolutamente nada pero a quien le importaba mucho que lo vieran allí, algo bastante frecuente en Madrid. El personaje no tuvo reparo alguno en soltar, en un entreacto, que la función estaba muy bien pero que 'era una pena que Kraus, ya tan mayor, no pudiese cantar ya el Rigoletto'. Y también se quedó tan ancho pero éste al menos no lo publicó al día siguiente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Visto lo que se pasea por el patio de butacas del Real en los últimos tiempos estoy por asegurar que, salvado el escollo de Abbado que condescendiera, si Nucci llega a cantar el aria del tenor nadie se hubiera percatado. Es más hubieran salido haciéndose lenguas del detalle por parte del barítono de deleitarles con ese bis porque ¿qué otra cosa conocen que las tres primeras palabras de la citada aria?
No sea mala. Se que ha terminado de leer esa pregunta y ha respondido ¡si la conocen!. Lo más seguro es que la oigan y se digam a si mismos anda si la cantan aquí.
Como decía una vieja aficionada del Liceo el otro día en el País, aficionados a la ópera van quedando pocos en los coliseos.
Males de la democracia.
Estoy tratando de encontrar a alguien de confianza que me cuente si verdaderamente la cosa merecía un bis, que ésa es otra. Porque estoy segura de que Nucci bordó la parte, no en vano la ha cantado casi 400 veces y, de los vivos, es el mejor pero no sé por qué me da que el Real, huérfano como está de auténticos 'divos', recitales aparte, cayó en éxtasis. Lo que está muy bien, ya sabe usted que soy de las que sostienen que si la ópera no llega a las vísceras se queda en nada porque tiene que ser pura emoción.
Lo verdaderamente notorio y notable hubiese sido un bis del cuarteto del tercer acto, el 'Bella figlia...' pero ¡Ay! No están los tiempos para que coincidan en un escenario una soprano, una mezzo, un tenor y un barítono excelsos.
Los milagros en Lourdes.
La anécdota es muy divertida y a mí lo que me extraña es que pongan a escribir a cualquiera de cualquier cosa porque lo que está claro es que el de La Razón no está muy enterado de ópera.
Publicar un comentario