Hasta el descubrimiento de América, la isla canaria de El Hierro se consideraba el límite del mundo conocido. Y siguiendo los criterios cartográficos de Ptolomeo se aceptó que la línea que unía los dos polos, es decir el Meridiano 0, pasaba por su punto más occidental, Orchilla. Allí hay un precioso faro, hoy en desuso, desde el que dice la leyenda que puede avistarse la imaginaria Isla de San Borondón.
PS/ En este magnífico blog he encontrado un fantástica descripción de faro, de Stevenson: star for seamen
4 comentarios:
A mí me gusta mucho el de Punta del Caballo, en Santoña. ¿Lo conoces?
Lo he visto de lejos, pero no he estado en él. En Santoña, los dos que hay, son preciosos.
Qué cosas. Estaba yo entusiasmado con tu entrada y con Orchilla, creyendo que no cabía más de gozo, y, plas, tu enlace. Muchísimas gracias, también de parte de Stevenson.
Gracias a tí, Enrique. Es una gran satisfacción para mí verte por aquí.
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