lunes, 27 de octubre de 2008

Horario de invierno... y de verano

Como si fuese una colección de moda, medio mundo cambia su huso horario en octubre y en marzo. Dícen que ahorramos energía pero a mí me parece una tortura. Sería estupendo que un buen día esta costumbre desapareciese y digo más, aquí en España, deberíamos seguir rigiéndonos por el meridiano de Greenwich porque ahora le llevamos ya una hora de adelanto al sol pero en marzo volverán a ser dos y tengo para mí que tal desfase tiene que ser malísimo. A mí, me sienta fatal.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

G,
T, ¿tiempo cíclico o lineal?

T dijo...

Querido G, el tiempo lineal no puede evitarse; vamos hacia el futuro y nuestro tiempo es finito pero creo en el eterno retorno, que diría Mircea Eliade, y en ese sentido, pasado y futuro sólo son un concepto y lo verdaderamente importante es el presente que siempre vuelve, o citando a Schopenhauer, nunca deja de ser.
Como además soy católica, no puede evitar la dimensión religiosa y para mí, Dios mismo es el Tiempo, el Alfa y el Omega, el principio y el fin.

Anónimo dijo...

G,

Apreciada T,

El comentario me lo sugirió su post y la dicotomía esencial de Heidegger a partir de las categorías modales kantianas cuando distingue entre el tiempo vulgar o histórico y el tiempo originario. Su concepción de Dios como ontología del Tiempo es realmente bella,y la comparto en buena medida, dado que yo también soy católico.
PD (ya le sugerí una joint venture con escaso éxito, elija usted pues la forma societaria que estime oportuna, ya sea de derecho patrio o comparado) :)

Saludos.

T dijo...

Estimado G,

creo recordar que le dije que su propuesta de joint venture me parecía muy bien y puesta a elegir, prefiero acogerme a nuestro derecho. Tal vez le sorprenda pero por razones que sería muy difícil explicar aquí, le tengo mucha simpatía a la SLNE. Sí, ya sé que que doctrinalmente tiene muchos problemas pero si yo le contara...!

;-)

Tendré en cuenta su recomendación acerca de la ontología de Heidegger porque reconozco que Herr Martin no se encuentra entre mis lecturas preferidas.