... es lo que yo cuento que hago casi todos los jueves, hoy también, por razones de trabajo pero he comprobado que el quinto pino existe y si no lo creen, miren la foto que encontré ayer en la web
5 comentarios:
Ana
dijo...
Desde luego el pino de la fotografía nos pilla algo más lejos de lo que en realidad nos hubiera pillado el de la expresión coloquial que estaba, junto a otros cuatro,en el Paseo de REcoletos pegando a la calle de Alcalá.
La explicación es bien sencilla. Parece que unas centurias atrás, cuando el Paseo de Recoletos era frondoso y estaba sin asfaltar, existían en el emplazamiento mencionado cinco pinos en hilera.
El tronco del más lejano parece que era receptáculo de promesas de amor y hasta él llegaban las parejas (eso dicen las crónicas) a dejar constancia de su idilio.
Así que como ve irse al quinto pino era un placer, lejano, eso sí, para aquellos tiempos en que Madrid era pequeño y recogido.
5 comentarios:
Desde luego el pino de la fotografía nos pilla algo más lejos de lo que en realidad nos hubiera pillado el de la expresión coloquial que estaba, junto a otros cuatro,en el Paseo de REcoletos pegando a la calle de Alcalá.
Ah! Me acabo de enterar de que en Madrid se numeraban los pinos. Me encanta.
Sobre todo a mí, querida. A mí ese quinto pino me queda tal que a la vuelta de la esquina.
;-)
Lo de numerar los pinos que te lo explique Ana, Elena.
La explicación es bien sencilla. Parece que unas centurias atrás, cuando el Paseo de Recoletos era frondoso y estaba sin asfaltar, existían en el emplazamiento mencionado cinco pinos en hilera.
El tronco del más lejano parece que era receptáculo de promesas de amor y hasta él llegaban las parejas (eso dicen las crónicas) a dejar constancia de su idilio.
Así que como ve irse al quinto pino era un placer, lejano, eso sí, para aquellos tiempos en que Madrid era pequeño y recogido.
Gracias Ana, me encanta la historieta.
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