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| Retablo de Nuestra Señora de los Angeles, Longares, Zaragoza Enrique Estencop (1391-1392) |
-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. La mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!
-Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!
Rubén Darío
7 comentarios:
Me gusta.
Es muy bonita sí. Las iglesias de los pueblos de Aragón tienen auténticos tesoros góticos y este e suno de ellos.
A mí tamb ién me gustó mucho cuando la ví, así que me alegro de que mi gusto sea compartido.
Bonita elección de la Epifanía; la poesía me gusta menos.
Habrás comprobado que los ritos siguen siendo muy importantes, deberías haberlo aprendido en la primera lectura de Le Petit Prince.
Sé que los ritos son muy importantes, Lour. El que no les ha dado ninguna importancia es el programador de Blogger. O yo metí la pata, que tampoco sería raro.
De verdad que vas a tener el blog parado hasta San Antón?
¡Espero que no!
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